En la costa, de cara al impotente Paraná, la noche tiene su propia magia y color. Los cuatros tramos urbanos de la avenida costanera iluminada de punta a punta, aparece como una serpentina multicolor trazando la silueta de la ciudad. En el puente internacional San Roque Gonzáles de Santa Cruz y el perfil de la vecina localidad paraguaya de Encarnación completan una paisaje de postal. Allí, restaurantes, bares, y pub proponen una noche inolvidable, así como espacios ideales para el encuentro con amigos donde es posible jugar alguna partida de ajedrez o de ping pong en las mesas permanentes instaladas o disfrutar simplemente del entorno maravilloso admirando río y luna reflejados en aguas como espejo.
Un hermoso paseo público que puede recorrerse caminando, en una ciudad segura, iluminada y de belleza exuberante.
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